lunes, 24 de septiembre de 2018


1-  Los Incas, el reino del Sol, José Alcina Franch y Josefina Palop Martínez, Ediciones Anaya, Biblioteca Iberoamericana, 1988, 127 páginas.

Libro que presenta de manera breve, llana y asequible la historia y la cultura de los incas, una de las civilizaciones más destacadas del mundo americano antes de la llegada de los españoles. Esta exposición abarca cinco aspectos titulados así: El paisaje, los hombres y su historia; Organización social y política; Organización económica; Religión y Arte, pensamiento y urbanismo. Finaliza el texto con una cronología del imperio Inca y un glosario de términos quechuas.


1-   El extranjero, Albert Camus, francés, Editorial Centro Gráfico Limitada, octubre de 2002, 79 páginas.

Esta obra narrativa está inserta en el pensamiento filosófico de Camus, al que se ha denominado absurdismo o filosofía del absurdo. La historia está narrada en primera persona. El protagonista, Meursault, es joven que trabaja en una oficina, vive solo en la ciudad de Argel. Allí recibe un telegrama donde le anuncian el fallecimiento de su madre que estaba en un asilo cercano al pueblo de Marengo. Solicita el permiso correspondiente en su trabajo, viaja, asiste al velorio y luego al entierro de su madre en la más absoluta indiferencia. De hecho, la palabra indiferencia es una de las que más se repite a lo largo del texto. De regreso, asiste a uno baños que se encuentran en el puerto, se encuentra con María Cardona, una ex compañera de trabajo, con la que comienza una “relación amorosa”, exenta de compromiso, ilusión y pasión, solo basada en el deseo y la atracción física. Al mismo tiempo entabla una relación con un vecino del departamento, Raimundo, no necesariamente de amistad, aunque éste requería de Meursault que lo considerara su camarada, el protagonista expresaba que le daba lo mismo. Raimundo tenía fama de proxeneta, había golpeado a su actual novia por considerar que lo engañaba, pero esto al él no le interesa. Es así como lo ayuda a redactar una carta que es una trampa para que ella vuelva a sus brazos y luego castigarla. Después le sirve como testigo en el juicio por maltrato. Como agradecimiento lo invita a pasar un fin de semana con otro amigo en una casa que tiene en la playa. Asiste con su pareja, María. Al lugar los han seguido unos árabes, uno de ellos es el hermano de la mujer que Raimundo ha golpeado. En la playa hay una breve rencilla en donde éste recibe una herida producto de una cuchilla que portaba uno de los árabes. Recibe las curaciones necesarias, luego, con una pistola, vuele a la playa con la intención de vengar el agravio. Meursault lo acompaña. Se encuentran con dos  árabes cerca de unas rocas. Raimundo está a punto de disparar, pero el protagonista lo disuade, señalándole que si no hay provocación de por medio no debe hacerlo. Le sugiere que lo mejor es que lo tome de hombre a hombre y que le diera el revólver a él para disparar si intervenía el otro. Así lo hace, pero los árabes se retiran. Ellos deciden volver a la cabaña, pero cuando están llegando y hay que subir los escalones de madera, luego dar explicaciones a las mujeres, y fustigado por el calor, Meursault, resuelve volver sobre sus pasos. Caminando por la playa se encuentra con uno de los árabes, el del cuchillo, quien estaba tendido y lo mira, al parecer con una risa burlona.  Meursault, que estaba quieto, impelido por el intenso calor, decide dar un paso al frente, entonces el árabe saca el cuchillo y se lo señala. Esto, más el aire caliente, el sol y la transpiración, bastó para que el protagonista le descargara cinco tiros del revólver que portaba.
Luego lo encarcelaron, vinieron los interrogatorios, un largo proceso en que lo declararon culpable y lo condenaron a la pena capital. Lo que queda en la retina del lector es que la condena no fue tanto por el asesinato en sí, sino por la actitud del procesado quien siempre se mostró como impasible, indiferente, no arrepentido, entregado al devenir de los sucesos, como si todo diera lo mismo.



1-    Coronación, José Donoso, chileno, Editorial Seix Barral, Nueva Narrativa Hispánica, 191 p.

Primera novela escrita por José Donoso en 1957, anteriormente había publicado libros de cuentos. Estructurada en tres partes y 22 capítulos. La primera parte se subtitula “El regalo” (capítulos 1 al 7); la segunda parte, “Ausencias” (capítulos 8 al 16) y la tercera parte “La coronación” (capítulos 17 al 22).
La historia está centrada en una vieja casa - un chalet, adornado con balcones, perillas y escalinatas, en medio de un vasto jardín húmedo con dos palmeras, una a cada lado de la entrada. - de una vieja familia burguesa del Santiago de Chile de los años cincuenta, aunque no están exentos otros espacios como el del barrio marginal o el lumpen en un contraste o contrapunto dramático. Allí vive una anciana nonagenaria, Misiá Elisa Grey de Ábalos, con sus dos también viejas criadas: Rosario y Lourdes. Andrés Ábalos, su nieto de cincuenta y tantos años, la visita periódicamente. Misiá Elisita, como la llaman las criadas, está por cumplir noventa y cuatro años y padece un tipo de demencia senil provocada, según el diagnóstico médico, por una arteriosclerosis cerebral, lo que la mantiene la mayor parte del tiempo en cama y con unos estados de irritabilidad que la hacen tratar mal a cuantos la rodean. Las criadas, que han vivido desde siempre con ella, la toleran a pesar de los insultos y las acusaciones de robo de la que son objeto. Muchas cuidadoras se fueron en cuanto escucharon sus improperios. La historia se inicia con la llegada de Estela, una muchacha campesina de 17 años, sobrina de Lourdes, quien tendrá a su cargo el cuidado de la enferma anciana. De allí en más se producirá un cambio en la tranquila, apacible y rutinaria vida de Andrés quien lleva una lucha interna entre dos posiciones frente a la vida: una, la que él ha sostenido y mantenido con su forma de ser, una posición no comprometida, una actitud de indiferencia ante las pasiones que mueven al mundo, una actitud de observador, tanto así que la manifestación de emociones y sentimientos no se las permite pues las considera vulgares. Según él, la religión, la filosofía, la política, la ciencia o cualquiera otra actividad en la que los seres humanos crean, son formas de autoengaño, formas de escamotear el terror  frente al absurdo de la existencia, frente a la muerte, frente a la nada. Es un abogado, pero no ejerce, porque tiene su vida económica resuelta debido a una herencia de sus padres y también porque no siente amor ni pasión por esa actividad. Su vida rutinaria se reduce a visitas al Club de la Unión, conversaciones intrascendentes con los “amigos”, la lectura de historia de Francia y como hobby coleccionar unos bastones conseguidos en casas de antigüedades. Por otro lado, está la posición contraria, aquélla que él no ha vivido, que no se ha permitido, la de vivir la vida con pasión, con sentido, sea cual sea éste sentido, de allí su soltería y sus escasas y desapasionadas aventuras amorosas. Esta otra forma de asumir la vida la representa su amigo, el doctor Carlos Gros, quien está casado, tiene hijos, cree en la ciencia y no se niega a las pasiones propias de la naturaleza humana. La abuela tiene mucho que ver en todo este drama interior. Ella, en su locura, es una especie de subconsciente que revela aquellas zonas oscuras de Andrés que él se niega a reconocer. Ella ha captado que su nieto mira con deseo, contenido por cierto, relegado, pero deseo al fin y al cabo, a Estela y lo trata de viejo verde. Entre otras “verdades” le dice, textual, “…no eres más que un pobre solterón que no sirve para nada. ¿A ver, qué has hecho en toda tu vida que valga la pena, ah? A ver, dime. Dime, pues, si eres tan valiente. ¿Qué? Nada. Te lo pasas con tus estupideces de libros y tus bastones, y no has hecho nada, no sirves para nada. Eres un pobre solterón  inútil, nada más. Y eres malo, malo porque le tienes miedo a todo, y sobre todo a ti mismo…”



1-   Cartas desde mi molino, Alphonse Daudet, francés, Salvat Editores, S.A., Biblioteca Básica Salvat, 1972, Prólogo de Carmen Riera Guilera, 171 páginas.

El poeta se aleja del artificio de la ciudad de París para encontrarse con su soledad, una soledad que le permita la tranquilidad de escribir. Para ello ha comprado un viejo y destartalado molino en una colina de la campestre Provenza, una región histórica del sur de Francia. Desde allí, acompañado por un búho, el olor de los pinos, el canto lejano de algún chorlito y la luz del sol que entra por la puerta abierta, escribe unas “cartas” que más que cartas son excusas para exponer sabrosos relatos, poéticas descripciones  y profundas reflexiones sobre personajes, costumbres, hábitos, paisajes e, incluso, la lengua provenzal tan querida, tan añorada y, lamentablemente, casi perdida. Sus relatos los ha oído de los naturales de la región o bien son experiencias propias de sus andanzas y encuentros. Entre ellos, por ejemplo, su encuentro con el poeta Federico Mistral quien vive en una pequeña aldea llamada Maillane. Para él, Mistral es el reconstructor de la lengua provenzal, una lengua que por decreto estaba destinada a desaparecer.


1-    El libro de los Seres Imaginarios, Jorge Luis Borges, Editorial Bruguera, S.A., Colección de
Literatura Universal Bruguera, Primera edición en Club: agosto, 1980, 211 páginas.

Un entretenido catálogo en el que Borges ha reunido, con su estilo característico, lleno de erudición y no exento de comentarios,  a los extraños entes que ha engendrado, a lo largo del tiempo y el espacio, la fantasía de los seres humanos. Es un libro que se lee con deleite y que se queda en algún rincón de la biblioteca como libro de consulta permanente. En él desfilan seres de la tradición de diversas culturas con otros de creación literaria, algunos ya conocidos en la mitología helénica y otros desconocidos pero no menos sorprendentes de las tradiciones árabes, judaicas, chinas, escandinavas, etc.: las arpías, el ave fénix, el basilisco, el caballo de mar, el cancerbero, el centauro, la hidra de Lerna, el grifo, el hipogrifo, la esfinge , Escila, los dragones, los elfos, las sirenas, las salamandras, el ave roc, la anfisbena, Bahamut, el Behemoth, la Banshee, la mandrágora, las ninfas, el minotauro, los trolls, el unicornio, el Simurg, el zorro chino, etc. De todos, quisiera destacar al Simurg, un pájaro inmortal que anida en las ramas del Árbol de la Ciencia. Farid al- Din Attar, poeta y místico musulmán persa, lo eleva a símbolo o imagen de la divinidad en el Mantiq al- Tayr (Coloquio de los pájaros). El argumento de esta alegoría es el siguiente: El remoto rey de los pájaros, el Simurg, deja caer en el centro de China una pluma espléndida, los pájaros resuelven buscarlo, hartos de su presente anarquía. Saben que el nombre de su rey quiere decir “treinta pájaros”; saben que su alcázar está en el Kaf, la montaña o cordillera circular que rodea la tierra. Al principio algunos pájaros se acobardan: el ruiseñor alega su amor por la rosa; el loro, la belleza que es la razón de que viva enjaulado; la perdiz no puede prescindir de las sierras, ni la garza de los pantanos, ni la lechuza de las ruinas. Acometen al fin la desesperada aventura; superan siete valles o mares; el nombre del penúltimo es Vértigo; el último se llama Aniquilación. Muchos peregrinos desertan; otros mueren en la travesía. Treinta, purificados por sus trabajos, pisan la montaña del Simurg. Lo  contemplan al fin: perciben que ellos son el Simurg, y que el Simurg es cada uno de ellos y todos ellos.


1-   Los pilares de la tierra, Ken Follett, británico, título original The Pillars of the Earth, traducción de Rosalía Vásquez, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A., primera edición en Chile, junio de 2014, 1.405 páginas.

Novela ambientada en plena Edad Media, siglo XII. Historias de amor y muerte, de sueños y esperanzas, de hechos violentos, frustraciones y desengaños, de ambiciones desmedidas por el poder, el dinero y el estatus social, en la que desfilan reyes, condes, caballeros, damas,  obispos, clérigos y monjes, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas, todo centrado en la construcción de una catedral gótica en la ficticia  ciudad de Kingsbridge. La historia se inicia con el ahorcamiento público de un inocente y finaliza con la humillación de un rey. Obra maestra que constituye una vibrante evocación de una época de violentas pasiones.


1-  Cuentos libertinos, Honoré de Balzac, francés, Editorial Bruguera-Libro amigo, 1° edición: julio, 1981, edición de Carlos Pujol, título original: Contes drolatiques, traducción de Nöelle Boer y María Teresa Cirlot, 352 páginas.

Quince cuentos ambientados en la Edad Media que tratan sobre las relaciones amorosas de una amplia gama de personajes que van desde monjes, religiosas de conventos, damas de la corte, condes y sus esposas, prelados de la iglesia católica y ancianos, hasta jóvenes y jovencitas de sangre ardiente. Cuentos desenfadados, sabrosos y llenos de un humor pícaro y, muchas veces, incisivo e irónico. Un paréntesis en la obra seria, grave y dramática de Balzac. Sin embargo, hay un dejo de seriedad en el aire medieval que se respira y palpita: las costumbres y creencias sociales, lo religioso vinculado a la superstición, la cacería de brujas por parte de los tribunales eclesiásticos, le tensión entre el amor humano, carnal y placentero y el amor a la divinidad.


1-  Antiborges, Martín Lafforgue, argentino, Ediciones B Argentina s.a., Javier Vergara Editor, Grupo Zeta, Colección Textos Libres, julio de 1999, 383 páginas.

Un compendio de varios escritores-críticos argentinos que analizan a Borges desde una perspectiva literaria, social, política y filosófica.
Si antes tenía la idea de que Borges era uno de los escritores argentinos y universales más controvertido y contradictorio, ahora tengo la certeza. Es universal y local; tremendamente culto e ignorante a la vez (sobre todo en lo concerniente a lo político y a la realidad inmediata); de formación liberal, ateo y agnóstico, sin embargo defensor de una clase aristocrática y conservadora en decadencia y cuando ésta se vio amenazada por la irrupción de lo popular, defensor de las diversas dictaduras militares que asolaron a la Argentina y a los países latinoamericanos. Creador de una literatura fantástica genial, pero resistido por muchos escritores y críticos por considerar que esa literatura es puramente formal, estética y estilística, carente de contenido humano, una literatura sin alma. Frente a la literatura comprometida, Borges se ubica en las antípodas, el arte por el arte, la literatura con valor inmanente. Para muchos críticos esta es una literatura de evasión, un mero juego de palabras que encandilan con su brillo.


1- El señor Borges, Epifanía Uveda de Robledo y Alejandro Vaccaro. argentinos, Editorial Edhasa, Primera edición en España: enero de 2005, 165 páginas.

Un testimonio, en base a conversaciones libres, entre Alejandro Vaccaro, estudioso de la vida y obra de Borges, y Epifanía Uveda de Robledo (Fanny), la mucama del escritor por más de treinta años.
En estas conversaciones, que son recuerdos de Fanny, quien llegó a conocer íntimamente a Borges pues era su empleada de confianza, se tratan temas de la vida cotidiana de Jorge Luis Borges, su postura frente a los premios, su  eterna candidatura al Premio Nobel que nunca le fue concedido, sus amores frustrados, su casamiento inútil con Elsa Astete, la relación con su madre y otros integrantes de la familia como su hermana Norah y sus sobrinos, sus paseos por las calles y la Plaza San Martín de Buenos Aires, sus viajes al extranjero, su extraña relación con María Kodama, una ex alumna, con quien se casó por poderes poco antes de su muerte y a quien legó todos sus bienes y derechos, las amistades y la visión de sí mismo frente a la fama.


1-      ¿Qué te pasó Pablo?, La vida en Chile hoy-crónicas, Pablo Huneeus, chileno, Editora Nueva Generación, impreso en Editorial Universitaria S.A., Decimosegunda edición, agosto de 1987, 302 páginas.

Este libro se terminó de redactar en febrero de 1981 y su primera edición apareció en abril del mismo año. Su contenido corresponde a una serie de crónicas aparecidas los días lunes en la segunda página del diario La Tercera entre los años 1979  y 1980.
                 Como el mismo autor lo define “son meras crónicas personales, íntimas a veces, sobre las                     vivencias de un ciudadano medio al pie de la cordillera”.